La Fundación Arquia publica Estrategias y efectos de escala, la tesis doctoral de Luis Suárez Mansilla.
La arquitectura permite al ser humano habitar un espacio acorde a su propia dimensión y, al mismo tiempo, dotarlo de una referencia a la dimensión del universo. Encarna la construcción ordenada del encuentro entre el hombre y el mundo, dando la medida de ambos de forma simultánea. La escala es el parámetro que regula y registra esta interacción inevitable, expresando su condición dimensional en presencia de un contexto y codificada por el filtro de la percepción. Su capacidad operativa permite orientar la lectura de la obra arquitectónica y construir efectos significantes.
Estrategias y efectos de escala aborda el estudio de la escala como concepto específicamente arquitectónico y certifica su valor instrumental dentro del proceso generador de la arquitectura. La progresiva recuperación de su cometido significante, impulsada por el debate sobre la nueva monumentalidad iniciado en Estados Unidos en 1943, supuso la reparación del vector contextual, dañado por la autosuficiencia funcionalista moderna, y la reactivación de la escala como instrumento regulador de tal relación. En este marco operativo temporal y geográfico, seis obras son estudiadas en detalle: Lever House (1950-1952), Albright-Knox Art Gallery (1958-1962) Beinecke Rare Book Library (1960-1963) de Gordon Bunshaft; Begrisch Hall (1959-1961), Whitney Museum (1963-1966) y Becton Center (1966-1970) de Marcel Breuer. El recorrido analítico a través de las arquitecturas seleccionadas permite identificar un amplio espectro de operaciones contextuales, estrategias y efectos escalares que conforman un catálogo operativo de la escala arquitectónica que trasciende lo contingente y reivindica su valor didáctico y disciplinar.
Del 9 de mayo al 26 de junio en la Arquería de Nuevos Ministerios, Paseo de la Castellana 67.
Del 8 de noviembre al 9 de diciembre en el Instituto de Arquitectura de Euskadi.
Catálogo Housing the Basque Country 1981-2018, edición trilingue (español, inglés y euskera) a cargo de Asier Santas y Luis Suárez. Editado por la Fundación Arquia y el Gobierno Vasco.
Se inaugura «Housing the Basque Country, 1981-2018», la exposición retrospectiva sobre vivienda pública en el Euskadi promovida por el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Govierno Vasco y comisariada por Asier Santas y Luis Suárez. En el Bizkaia Aretoa de Bilbao, del 3 de mayo al 30 de junio.
Auzo Factory Irazabal Matiko ha sido seleccionado para formar parte de los contenidos del Pabellón Español en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2016. La muestra lleva por título Unfinished y será inaugurada el 26 de mayo.
Auzo Factory Irazabal Matiko ha obtenido el Premio del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro 2016 en la categoría de Rehabilitación.
Auzo Factory Irazábal Matiko Premio XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo / Auzo Factory Irazabal Matiko XIII Spanish Biennial of Architecture and Urbanism Award.
Durante los meses de diciembre, enero y febrero, Luis Suárez y Asier Santas han participado en varios tribunales de tesis doctorales defendidas en las Escuelas de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM), de la Universidad de Navarra (ETSAUN) y de la Universidad del País Vasco (ETSASS).
La obra de Suárez Santas Arquitectos en el número 14 de la publicación Emergentes, editada por la Demarcación de Zaragoza del COA de Aragón.
El estudio Suárez Santas impartirá una conferencia el 21 de octubre en la Escuela de Arquitectura de Buffalo (NY) en el Fall 2015 Public Program. La exposición correrá a cargo de Luis Suárez Mansilla.
OTRA HISTORIA. Estudios sobre Arquitectura y Urbanismo en honor de Carlos Sambricio, es una publicación homenaje al catedrático de Historia Carlos Sambricio en la que ha participado Asier Santas con el capítulo titulado «Bajar al centro. Protagonistas vascos en el Madrid del desarrollo (1940-70)».
El estudio Suárez Santas ha obtenido una mención en el Concurso Internacional de ideas restringido para el Palacio de Deportes de Hielo de Brunico (Italia).
Disponible en la web el reportaje fotográfico de la Sala de los Alcaldes del Ayuntamiento de Bilbao.
El fotógrafo Rubén P. Bescós ha fotografiado el último proyecto del estudio Suárez Santas, la Sala de Alcaldes del Ayuntamiento de Bilbao. En breve tendremos preparado su trabajo.
El periódico Bilbao, editado mensualmente por el Ayuntamiento de Bilbao, publica una entrevista a Asier Santas y Luis Suárez realizada por Jesús Cañada (Presidente de la Delegación en Vizcaya del COAVN).
El Centro Irazabal Matiko ha sido publicado en las siguientes revistas digitales: ArquitecturaViva, Tectónica y Afasia.
Jueves 20 de noviembre: Conferencia del estudio Suárez Santas en la sede de la demarcación de Zaragoza del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón dentro del ciclo emergentes 2014.
El Centro Irazábal Matiko ha sido elegido para formar parte de la exposición «Diálogos. Arquitectura Vizcaína del s. XXI» organizada por la plataforma BIA (Bilbao Bizkaia Architecture). La muestra recoge los treinta y cinco proyectos más significativos construidos en Vizcaya durante el siglo XXI, y se exhibe desde el 8 al 28 de septiembre en las estaciones del Metro de Bilbao.
Práctica Arquitectónica I es el primer volumen de una serie editorial dirigida por los arquitectos Miguel Guitart y Daniel Gimeno que explora, desde la intervención dialogada y escrita de distintos estudios de arquitectura, cuestiones clave sobre los métodos de proyecto y sus diversas implicaciones en el ejercicio profesional y docente. Texto de Suárez Santas: «Los gigantes de Newton y las piedras de Pulgarcito».
La editorial suiza Braun Publishing AG, especializada en libros de arquitectura y diseño, ha publicado el volumen Convention Centers que recoge setenta y ocho obras construidas en todo el mundo.
La última semana de febrero Luis Asín ha estado fotografiando el último proyecto del estudio Suárez Santas en Bilbao. En breve tendremos preparado su trabajo.
El estudio Suárez Santas Arquitectos ha quedado finalista en las dos parcelas del Concurso para Viviendas protegidas en Epalinges, cerca de Lausanne.
El pasado 14 de junio falleció en Madrid Javier Carvajal Ferrer, figura clave de la arquitectura española en la segunda mitad del siglo XX. A pesar de su innegable relevancia profesional y del incuestionable valor de su legado arquitectónico, nuestros recuerdos más intensos de D. Javier permanecerán siempre ligados al ámbito académico. Durante años, Carvajal nos enseñó en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra el valor del trabajo, del compromiso, del sacrificio y de la persistencia. Nos alentó a buscar el equilibrio entre la razón y la emoción. Nos invitó a soñar, a ser inconformistas, a desterrar los prejuicios y a perseguir con honestidad la verdad y la belleza. Su pasión por la docencia y la entrega desmedida hacia quienes éramos sus alumnos fue el mejor ejemplo de generosidad que hemos contemplando nunca en un aula. Hace varios meses le visitamos por última vez en la residencia donde pasó su etapa final. La enfermedad había ido poco a poco doblegando su cuerpo nervioso y su espíritu indomable. Hacía ya tiempo que no nos reconocía. Paseamos con él durante casi una hora, se apoyaba en nosotros y nos cogía de la mano al caminar. Tiempo atrás éramos nosotros quienes tomábamos su mano experta para transitar por los caminos de una disciplina cuyas claves no lográbamos vislumbrar con claridad; cosas de la vida. Durante el paseo, le hablamos de la escuela, de sus clases, del recuerdo imborrable que nos dejó, del orgullo que nos suponía haber sido sus alumnos, de aquellos viajes a Granada y a Venecia. Recordamos sus monumentales enfados y reprimendas, también sus sentidas palabras de aliento y aquellas tardes de tertulia en el hotel de Pamplona donde se hospedaba. Le hablamos del entusiasmo que nos contagió por una profesión que él tanto amaba y que todavía hoy nos sigue alimentando, de la alegría inmensa que nos supuso la primera vez que nos dijo 'usted lo hará bien”.A pesar de su debilidad manifiesta no quiso sentarse a descansar ni un momento aquella tarde. 'Nunca quiere hacerlo', nos confirmó el personal que le atendía. Activo hasta el último instante; Carvajal en estado puro. Cuando llegó el fin de la visita le acompañamos a la sala donde le esperaban. Nos despedimos y le abrazamos. Pero al tratar de soltar las manos, él las apretó con más fuerza, se detuvo por primera vez y nos miró un instante. Supimos en aquel momento que, a pesar de su silencio y su mirada perdida, había recibido el cariño que le profesamos y, de algún modo, recogido nuestras sentidas palabras. Nos fuimos en silencio. Querido D. Javier, gracias por todo una vez más.
Richter Dahl Rocha & Associés ha invitado al estudio Suárez Santas a impartir una conferencia en su oficina de Lausanne, el jueves 11 de julio a las 18:30h.
El proyecto del Parque Empresarial de Arte Sacro ha sido publicado en los blogs de arquitectura Archdaily, Plataforma Arquitectura y Afasia.
Suárez Santas Arquitectos ha sido invitado a participar en el 'Innova Youth Meeting', un encuentro de jóvenes arquitectos del País Vasco y Madrid organizado por Atari-Cultura Arquitectónica y Grupo Vía. El evento tiene lugar el 28 de febrero a las siete de la tarde en el Showroom Ofita de Madrid.
El pasado 22 de enero Luis Suárez y Asier Santas participaron en el seminario «Mecanismos operativos del proyecto arquitectónico» que Eduardo Pesquera imparte dentro del Máster de Proyectos Arquitectónicos Avanzados (MPAA) de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
El 30 de octubre se emitió en Radio Nacional de España Sevilla un reportaje radiofónico sobre el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla. Asier Santas y los artesanos explican las características del proyecto y su funcionamiento.
El miércoles 17 de octubre Asier Santas imparte una conferencia en Alhóndiga Bilbao titulada «Bilbao, historia de dos ciudades». La charla se enmarca dentro de la exposición 'Bilbao, arquitectura cotidiana', comisariada por Anatxu Zabalbeascoa, y puede seguirse en streaming a partir de las 19:30h.
Del 6 al 9 de septiembre se celebrará en el Valle de la Ultzama (Navarra) el Campus Internacional 2012 bajo el título «La belleza: reto y servicio». El encuentro, organizado por la Fundación Arquitectura y Sociedad, contará con la presecia de arquitectos españoles y extranjeros y su objetivo será el intercambio de ideas sobre el ejercicio y aprendizaje de la arquitectura en la sociedad actual.
Conferencia completa de Suárez Santas Arquitectos en Burdeos.
As part of the annual Architectural Association Landscape Urbanism MA programme, AA students worked on the conception of an overall urban strategy for Bilbao in relation to the potentials and challenges the city faces. During the workshop in Bilbao, Luis Suárez and Asier Santas gave a lecture on the History of Bilbao at Alhóndiga Bilbao.
Suárez Santas Arquitectos ha participado en las conferencias organizadas por Atari y Arc en Rêve tituladas «Euskadi Jeune Architecture». El evento ha tenido lugar en el Centro de Arquitectura Arc en Rêve de Burdeos el día 3 de mayo de 2012.
El proyecto presentado al Concurso de Ideas para la Ordenación del Sector SSUNC33 de Ponferrada ha obtenido el Segundo Premio. La propuesta de Suárez Santas propone una gran plaza delimitada por un conjunto de edificios en altura y extensas superficies ajardinadas, introduciendo un nuevo orden basado en el diálogo entre el espacio público, la arquitectura singular y la ciudad consolidada.
El blog de la revista Tectónica, editado por Carlos Quintans, publica un amplio reportaje sobre el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla.
El 17 de febrero, alumnos y profesores del Master of Architecture del Wentworth Institute of Technology (Boston, Massachusetts) visitaron el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla, con motivo de su viaje de estudios a Andalucía. Hicieron de anfitriones los arquitectos sevillanos Nacho Villegas e Inmaculada Pérez, editores de la revista accésit. Fotografías de Javier Orive.
From January 26th to April 1st, the University of Houston Architecture Building Atrium hosts the itinerant exhibition Young Architects of Spain. The opening event will gather in a panel discussion Jesús Aparicio and Jesús Donaire (curators) and Carlos Jiménez, long-term jury member of the Pritzker Prize and Rice Professor of Architecture.
Belén de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Malla electrosoldada de 1,5 metros de lado suspendida por 224 hilos de 6 metros de altura. Diseñado por Suárez Santas.
The work of Suárez Santas will be exhibited at The Kuala Lumpur Performing Arts Centre in Malaysia from December 15 to January 2. The exhibition «Architecture Without Paper» shows projects of 15 young offices of architecture from Spain.
The exhibition Young Architects from Spain: A Window to the Unknown visits The Latino Cultural Center (LCC) –designed by Ricardo Legorreta– in Dallas (Texas) through January 7th.
Luis Fernández-Galiano writes an article on Spanish Architecture in The Architectural Review (December, 2011).
El proyecto presentado al Concurso de Ideas para la Recuperación y Adecuación del Espació Público de la Plaza del Grano en León ha obtenido el Segundo Premio. La propuesta de Suárez Santas pone en valor las singularidades históricas de este enclave leonés, en especial el empedrado de canto de río, mediante la actualización y el diseño de aquellos elementos que permiten recuperarlo para el uso ciudadano y convertirlo en un lugar accesible y confortable.
Con motivo de la celebración del Architekturforum en Freiburg (Alemania) ha tenido lugar una exposición de los proyectos ganadores en los Bauwelt Preis 2011. La muestra se abrió con una conferencia del arquitecto Dirk Baier, miembro del jurado, quien presentó los trabajos premiados, entre ellos, el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla.
Braun Publishing AG acaba de editar 1000 x European Architecture, un extenso libro que recoge en 1000 páginas 1000 edificios de distintas tipologías y escalas construidos en Europa durante los últimos cinco años. El Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla ha sido incluido en la selección de obras españolas.
Del 15 de septiembre al 15 de octubre puede visitarse en la sede del American Institute of Architects de Washington DC la muestra Young Architects of Spain, comisariada por Jesús Aparicio y Jesús Donaire. Con motivo de su inauguración, el profesor Kenneth Frampton –responsable de la selección de los equipos participantes junto con Juhani Pallasmaa, Alberto Campo y Manuel Blanco– impartió la conferencia «On Spanish Young Architects» en la Embajada de España.
El Parque Empresarial de Arte Sacro ha sido incluido en la nueva guía de arquitectura de Sevilla, 37º23'N 5º59'W Sevilla Contemporánea Arquitectura 2000-2010. Con motivo de su presentación, el equipo editorial (Accésit, Lugadero y Pipo) ha organizado una exposición en el Rectorado de la Universidad de Sevilla.
La revista AV Monografías publica en su número 147-148: España 2011/Spain Yearbook el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla.
La revista Detail publica en su número 4 (2011) un reportaje sobre el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla.
La vivienda de nuestro tiempo aún no existe. Esta frase, utilizada por Mies van der Rohe hace casi un siglo, bien puede emplearse en la actualidad, aunque es cierto que se ha tomado consciencia de la situación y son grandes y bien dirigidos los avances en todo lo referido a la vivienda colectiva. No obstante, hemos de conseguir estructuras domésticas acordes al crisol social de nuestra época, capaces de construirse y mantenerse fácilmente, tipologías fruto de pautas industrializadas y materiales más sostenibles, duraderos y reciclables, El proyecto da forma y materializa estos retos mediante una tipología ‘simétrica’ en torno a un núcleo funcionalmente fijo, formado por el hogar o cocina, el lugar del encuentro y la comida conjunta, así como el aseo personal. El resto de la casa se compone de espacios a su alrededor dimensionalmente idénticos, capaces de convertirse en dormitorios, zona de estar, de trabajo, juego y desarrollo personal. Estas estancias puede combinarse y completarse con dos zonas exteriores, un balcón y un ámbito vinculado a la galería común de acceso a la casa, limites ambiguos capaces de incorporarse a la actividad doméstica y que estimulan las relaciones del interior con el exterior. La tipología se dimensiona de tal modo que pueda girar en torno a su eje central, consiguiendo una casa palíndroma de concepto abierto, doble orientación tanto solar como funcional.
A partir de aquí, la solución de conjunto se consigue por repetición del tipo. El resultado es un edificio de 14 metros de crujía, orientado norte-sur, en el que se rentabilizan los cuerpos verticales de acceso al limitarlos a dos y se opta por el sistema de galerías o corredores en cada planta, lo que permite ofrecer a la comunidad una serie de espacios de relación pensados para ser apropiados por los habitantes, lugares de relación, encuentro y esparcimiento de la vida doméstica. Las galerías se dilatan en su vinculación a cada vivienda, de modo que la casa dispone de un espacio exterior inmediato con suficiente dimensión como para ser utilizado para múltiples actividades, prolongación de un interior inmediato que además está concebido como habitación polivalente. Esta superficie busca favorecer espacios ambiguos, resilientes y útiles para situaciones cotidianas y excepcionales como la pandémica.
El proyecto de vivienda contemporánea ha de avanzar sobre el concepto de casa abierta. Así como el sociólogo Richard Sennett ha reivindicado la misma cualidad para el diseño de las ciudades, diseño que debe incorporar la complejidad y diversidad, lo variable y mutable de la vida urbana, ha de hacerse lo propio con la vivienda colectiva. Hemos de conseguir estructuras domésticas capaces de adaptarse, construirse y mantenerse fácilmente, una tipología acorde a la instaurada condición líquida de la sociedad. El proyecto da forma y materializa estos retos mediante el concepto de la Casa Giratoria. Se propone un tipo residencial de crujías simétricas que se desarrolla abiertamente en torno a un núcleo funcionalmente fijo, formado por el hogar o cocina, el lugar del encuentro y la comida conjunta, así como el aseo personal. El resto de la casa se compone de espacios a su alrededor dimensionalmente idénticos, capaces de convertirse en habitaciones para la intimidad, zona de estar o de teletrabajo y desarrollo personal. Por último, la casa se completa con dos zonas exteriores, limites ambiguos capaces de incorporarse a la actividad doméstica y que estimulan las relaciones del interior con el exterior. La tipología se dimensiona de tal modo que pueda girar en torno a su eje central, consiguiendo una casa doblemente orientada y espacial y funcionalmente palíndroma.
Se proyecta un local de atención al público para el Servicio Vasco de Empleo LANBIDE y para el Servicio Público de Empleo SEPE. Ambos comparten el mismo espacio aunque con atención diferenciada.
El proyecto procura construir un espacio de trabajo y atención con las mejores condiciones ambientales posibles, tanto para trabajadores como usuarios. Así, se decide aprovechar al máximo las capacidades geométricas del local, configurando una sala longitudinal en la que se organiza el mayor número posible de mesas de atención. Este gran espacio se pauta con un techo de madera dentado y una sucesión de grandes huecos verticales a fachada, generando una imagen arquitectónica cuyo atractivo reside en la potencia de la profundidad, la perspectiva y el orden de techo y huecos. Un mobiliario adaptado a las dimensiones del espacio así como el diseño integrado de luminarias y climatización en los dientes del techo acaban por configurar un ambiente tranquilo para trabajadores, lumínica y acústicamente confortable, al tiempo que personal, sereno y de cierta distinción para el público que utiliza a la oficina.
El espacio principal se orienta al este para ubicar la entrada de público desde esta fachada y las salas secundarias (despachos, multiusos, zona reservada) se sitúan cercanas a la entrada de personal, localizada en el punto opuesto a la primera, es decir, en la fachada oeste y al otro extremo del local. La posición de ambas es estratégica ya que discrimina ambos tráficos, evitando además el encuentro entre los vecinos del edificio y los usuarios que acuden diariamente al local.
Exteriormente ha querido respetarse el orden material y geométrico del edificio. Para ello se han modificado las mochetas iniciales con las que contaba previamente la planta baja, consiguiendo ventanas y paños opacos de similar ancho y pauta que los existentes en niveles superiores.
El proyecto se sustancia en un sistema de patios y zaguanes vinculados a los hogares, aprovechando las zonas de acceso del edificio como lugares de expansión de la vida doméstica. A cada casa se le asocia un espacio exterior inmediato a su puerta con suficiente dimensión como para ser colonizado para múltiples actividades. Esta superficie busca favorecer espacios ambiguos, necesarios para situaciones cotidianas y excepcionales. Y es que la pandemia Covid ha puesto en evidencia la escasa resiliencia de la vivienda colectiva. La inclusión de este tipo de lugares, sin un uso determinado, en las zonas comunes, así como la estructura del tipo residencial propuesto permiten construir un pequeño hábitat expandible en su ámbito inmediato. La casa incluye ese zaguán donde poder llevar a cabo ejercicio y juegos, leer plácidamente u organizar una cena con amigos; se ha pensado incluso en una pequeña zona de trabajo en el estar. Cada nivel del edificio se dota de un pequeño espacio para uso de sus viviendas y por último se organiza una planta baja para toda la vecindad. Todos estos espacios generan un ecosistema propio que adquiere capacidad productiva, autonomía urbana y vida propia.
La propuesta se sustenta en la voluntad por adaptarse inteligentemente al edificio preexistente CEBT (Centro de Empresas de Base Tecnológica), compartiendo funcionalidades con el mismo, aprovechando la infraestructura ya construida y mejorándola con la intervención controlada en los espacios no urbanizados del solar. Así, se propone un nuevo volumen -de similares dimensiones al CEBT- posicionado en la zona sur de la parcela objeto del concurso, a distancia de diez metros de aquél. Ambos edificios se conectan mediante un paso cerrado, creándose a su vez dos espacios exteriores controlados arquitectónicamente que se proponen como lugares de extensión de la actividad interior. Además se propone seguir considerando la entrada al nuevo edificio desde el CEBT, si bien se da la posibilidad de acceder a sendas instalaciones a través del nuevo cuerpo que los enlaza.
El proyecto para el Nuevo Espacio Expositivo del Instituto Gogora propone un volumen exteriormente sereno, neutro y discreto, en cuyo interior se estructuran dos tipos de espacios: un anillo expositivo con cuatro salas temáticas, dotadas de los contenidos divulgativos del Instituto, y un ágora central para la reflexión en el que el público interioriza el mensaje recibido y comparte lo aprendido.
El nuevo pabellón aspira a construir una particular experiencia personal. El usuario comienza entendiendo la Historia según una sucesión de Salas de la Memoria, clara y físicamente separadas, para posteriormente entrar en una última sala sin contexto -el ágora- en la que el protagonista no es el contenido, ni el continente, sino él mismo y su reflexión. Los espacios del perímetro exponen los testimonios de las diferentes Memorias mediante un escenario arquitectónico integrado con la propuesta museográfica; el segundo, trasciende cualquier concepción espacial para construir el vacío a través de la luz y la ausencia de rasgos materiales, alterando el estado de ánimo del usuario y preparándolo para la conclusión personal.
El edificio se propone desde la racionalidad constructiva y estructural, procurando reducir al máximo el impacto de la nueva construcción en relación al patio y sótano en el que se sitúa. Su ejecución se concibe desde el montaje en seco, materiales y elementos modulados de tamaño manejable, evitando el hormigón armado y la tabiquería de ladrillo, recurriendo al ensamblado de la estructura metálica, al montaje en taller de todo el mobiliario y a la junta seca.
El proyecto pretende potenciar los valores específicos del Conjunto Industrial La Lechera a través de dos estrategias proyectuales: reconociendo y fortaleciendo la estructura esencial del complejo patrimonial e incorporando nuevos elementos arquitectónicos que establezcan un diálogo con la historia, permitiendo la incorporación de un programa contemporáneo y flexible en el tiempo. La propuesta sustituye los espacios menos relevantes del complejo por un nuevo sistema de volúmenes que articula todas las naves industriales que lo componen, tanto en sus relaciones internas -funcionales y espaciales-, como externas –paisajísticas y urbanas–. Esta operación consigue una única entrada para ambos Centros (Cultural y Expositivo), crea un gran vestíbulo en una posición más intermedia y articula una serie de espacios comunes que prestan servicio a Escuelas y Colección Norte por igual.
La propuesta se resuelve como un espacio de intermediación no sólo entre el mar y la tierra, sino entre lo natural y lo urbano. Se propone una combinación de acciones articuladas entre sí que solucionan la desconexión entre ambos hábitats, aspirando a restaurar ambientalmente el entorno a través de los valores ecológicos y humanos más valiosos del lugar.
Los condicionantes del emplazamiento (la imponente topografía, el mar Mediterráneo, las especificidades paisajísticas, las infraestructuras existentes –entre las que destaca el Paseo ecológico- y los antecedentes construidos) se han equilibrado conforme a la disolución de los límites entre paisaje y ciudad. Estas realidades acaban convirtiéndose en una unidad al acentuar el hecho arquitectónico como elemento que construye espacio público e incorpora la naturaleza como un paisaje entendido culturalmente.
Las intervenciones en los bordes entre el agua y la tierra articulan toda la operación. Desde el acceso peatonal a la Cala hasta su extremo en Levante, una sucesión de nuevas secciones enriquece la aproximación al agua, mejora los accesos, elimina barreras arquitectónicas y visuales, ordena geométricamente la superficie que encinta e incluso, mediante un gesto singular de prolongación de la plataforma, penetra en el agua.
Con Guillermo Vázquez Consuegra
La propuesta para el Parque de Ribera del Nervión en Galindo se resuelve como un conjunto de espacios de intermediación entre Barakaldo y la Ría. Una combinación de ambientes articulados entre sí que solucionan la desconexión entre ambos hábitats, construyendo un sistema de múltiples lugares públicos ligados sin solución de continuidad. La disolución de los límites entre arquitectura, ciudad y naturaleza crea una unidad en la que el hecho arquitectónico construye espacio público, la naturaleza se concibe como un paisaje entendido culturalmente y la ciudad como un objeto común que concilia a ambos con la gente.
En consecuencia, el proyecto estructura el Parque en dos niveles topográficos, el fluvial y el urbano, relacionados por una arquitectura de espacios ambiguos que funcionan a la vez como lugares de transición pero también de permanencia. Uno de los elementos sustanciales encargados de articular toda la operación es una gran estructura de madera, una intervención arquitectónica que contiene en su concepción las ideas de Plaza cubierta y Cubierta verde. Este objeto se convierte en un importante hito urbano que resuelve con un único gesto los problemas del ámbito: la ciudad se prolonga definitivamente hasta el agua, hundiendo su extremo en la Dársena de Portu y diluyendo la frontera entre Ría y Barakaldo. La idea también permite construir un gran plano ajardinado en su cubierta y una potente línea paralela a la Ría, ambos reivindicando el deseo de la ciudad de acercarse al borde fluvial y borrar para siempre la frontera del ferrocarril. En su cara inferior, la estructura ofrece generosa cobertura como punto de encuentro y actos al aire libre resguardados, funciona como brazo bajo el cual el Parque de Ribera fluye mezclándose con la ciudad y singulariza la entrada al Parque al funcionar como una gran Puerta de escala metropolitana. En torno a este plano toda una serie de rampas, escaleras, caminos, planos inclinados, explanadas y lámina de agua se mezclan geométricamente, construyendo un nuevo lugar urbano y paisajístico de gran riqueza.
Housing the Basque Country expone los resultados de la Política de Vivienda alcanzados por el Gobierno Vasco en el marco temporal abarcado desde la transferencia de la competencia en materia de vivienda (1981) hasta nuestros días. El ánimo de la muestra es exhibir de manera sucinta y armónica los diferentes relatos que se dan cita en torno a la vivienda pública, ya que esta materia es, con seguridad, una de las que más realidades sociales aglutina a su alrededor: desde la política hasta la arquitectónica, pasando por la económica o productiva, la sociológica, histórica y legal; poniendo en el centro de todo, como no puede ser de otra manera, al que habita la casa. Y es que la vivienda pública condensa los intereses más importantes de la sociedad, ya que afecta no sólo a nuestra manera de entender la casa, sino también a los modos de conseguirla y producirla, a la generación de ciudad, a la solidaridad y, en definitiva, a la creación de riqueza, progreso y bienestar.
La exposición incluye una selección de treinta proyectos que muestran la evolución de la vivienda protegida durante el período 1981-2018. La elección ha tenido en cuenta criterios como su fecha de realización, la distribución territorial –equilibrio entre capitales y poblaciones de menor tamaño–, tipo de promoción, evolución tipológica y urbana, valor arquitectónico y constructivo e impacto sociológico.
La muestra se acompaña de un cuidado trabajo fotográfico cuyo objetivo es retratar la realidad social y el ambiente urbano de las viviendas seleccionadas. A través de fotografías de diverso formato se pretende describir la actividad existente en el espacio configurado por las promociones elegidas. Su espíritu ha sido el de la narración realista de las vidas arraigadas en estos escenarios residenciales construidos bajo el impulso público.
Housing the Basque Country expone los resultados de la Política de Vivienda alcanzados por el Gobierno Vasco en el marco temporal abarcado desde la transferencia de la competencia en materia de vivienda (1981) hasta nuestros días. El ánimo de la muestra es exhibir de manera sucinta y armónica los diferentes relatos que se dan cita en torno a la vivienda pública, ya que esta materia es, con seguridad, una de las que más realidades sociales aglutina a su alrededor: desde la política hasta la arquitectónica, pasando por la económica o productiva, la sociológica, histórica y legal; poniendo en el centro de todo, como no puede ser de otra manera, al que habita la casa. Y es que la vivienda pública condensa los intereses más importantes de la sociedad, ya que afecta no sólo a nuestra manera de entender la casa, sino también a los modos de conseguirla y producirla, a la generación de ciudad, a la solidaridad y, en definitiva, a la creación de riqueza, progreso y bienestar.
La exposición incluye una selección de treinta proyectos que muestran la evolución de la vivienda protegida durante el período 1981-2018. La elección ha tenido en cuenta criterios como su fecha de realización, la distribución territorial –equilibrio entre capitales y poblaciones de menor tamaño–, tipo de promoción, evolución tipológica y urbana, valor arquitectónico y constructivo e impacto sociológico.
La muestra se acompaña de un cuidado trabajo fotográfico cuyo objetivo es retratar la realidad social y el ambiente urbano de las viviendas seleccionadas. A través de fotografías de diverso formato se pretende describir la actividad existente en el espacio configurado por las promociones elegidas. Su espíritu ha sido el de la narración realista de las vidas arraigadas en estos escenarios residenciales construidos bajo el impulso público.
Housing the Basque Country expone los resultados de la Política de Vivienda alcanzados por el Gobierno Vasco en el marco temporal abarcado desde la transferencia de la competencia en materia de vivienda (1981) hasta nuestros días. El ánimo de la muestra es exhibir de manera sucinta y armónica los diferentes relatos que se dan cita en torno a la vivienda pública, ya que esta materia es, con seguridad, una de las que más realidades sociales aglutina a su alrededor: desde la política hasta la arquitectónica, pasando por la económica o productiva, la sociológica, histórica y legal; poniendo en el centro de todo, como no puede ser de otra manera, al que habita la casa. Y es que la vivienda pública condensa los intereses más importantes de la sociedad, ya que afecta no sólo a nuestra manera de entender la casa, sino también a los modos de conseguirla y producirla, a la generación de ciudad, a la solidaridad y, en definitiva, a la creación de riqueza, progreso y bienestar.
La exposición incluye una selección de treinta proyectos que muestran la evolución de la vivienda protegida durante el período 1981-2018. La elección ha tenido en cuenta criterios como su fecha de realización, la distribución territorial –equilibrio entre capitales y poblaciones de menor tamaño–, tipo de promoción, evolución tipológica y urbana, valor arquitectónico y constructivo e impacto sociológico.
La muestra se acompaña de un cuidado trabajo fotográfico cuyo objetivo es retratar la realidad social y el ambiente urbano de las viviendas seleccionadas. A través de fotografías de diverso formato se pretende describir la actividad existente en el espacio configurado por las promociones elegidas. Su espíritu ha sido el de la narración realista de las vidas arraigadas en estos escenarios residenciales construidos bajo el impulso público.
Finalmente, la exposición recrea –con una construcción conceptual– los elementos básicos de nuestro espacio doméstico contemporáneo; a saber, el continente y los contenidos tangibles e intangibles –como la intimidad y la comodidad– que lo constituyen.
ASSIDO es una entidad sin ánimo de lucro creada en 1981 en la Región de Murcia. Su fin es mejorar la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down y sus familias, facilitándoles una vida lo más normalizada posible. Bajo esta consideración, el nuevo edificio residencial Ressido se ha determinado a partir de la accesibilidad -cognitiva y universal-, comodidad, facilidad de uso y potenciamiento de las capacidades individuales de sus usuarios.
En consecuencia, el argumento arquitectónico se desarrolla a partir de la construcción de un sencillo volumen rodeado de vegetación y tapiales, con el propósito de crear un pequeño universo aislado de un entorno insubstancial pero enlazado con otras riquezas locales como el clima murciano y su naturaleza. Tras los muros se levanta un cuerpo compacto que se posiciona centralmente dentro de esta nueva estancia ajardinada, creándose dos patios abiertos -uno público y otro de carácter más privado- en torno a los que se organiza el complejo. En el edificio los espacios se articulan respecto a un gran vacío iluminado cenitalmente, configurándolo como un continente en el que el movimiento y la presencia de todos los usuarios es el auténtico contenido y protagonista. De hecho, es la principal estrategia arquitectónica para activar la accesibilidad cognitiva: es en este interior, en el corazón mismo del edificio, donde la arquitectura se proporciona obvia y sencilla, comprensible en su práctica totalidad y ampliamente inteligible.
Todo proyecto, independientemente de su escala, debe gobernarse por una idea. Un concepto a partir del cual establecer una identidad propia y original, una literalidad que unifique su génesis y explique su materialización. Según este principio, la Sala de Alcaldes del Ayuntamiento de Bilbao trata de conseguir un nuevo espacio que acompañe y amplifique el contenido expuesto, los retratos de los sucesivos alcaldes de la Villa. El reto ha consistido en la transformación de un pequeño local de cien metros cuadrados en una sala noble, materialmente caracterizada, perceptiblemente más amplia y convenientemente relacionada con el resto del edificio en el que se inserta.
La intervención se basa en la instalación de un suelo de mármol negro de Marquina, un techo falso de lamas de madera, el trasdosado y pintado de las paredes existentes y el diseño de un mobiliario acorde con las necesidades presentes y futuras de la exposición: un sistema de paneles exentos y mesas de acero que permite la adaptación de las necesidades variables del contenido en conjunción con las características geométricas y dimensionales del espacio. Se ha considerado de especial importancia la correcta iluminación de cada uno de los elementos expuestos –cuadros, objetos y paneles–, para lo cual se ha proyectado un sistema de carriles electrificados oculto entre las lamas en el que se instalan focos según conveniencia. Al mismo tiempo, la manifestación de la sala hacia el espacio de acceso –vestíbulo del Edificio Consistorial– se confía a la construcción de dos puertas –entrada y salida– y un tercer elemento expositor, todos ellos ejecutados con marcos de acero laminado de marcada presencia y coherentes con el contexto arquitectónico.
El resultado conceptual es un lugar de elegante apariencia y cierto ambiente onírico, en el que destacan los cuadros y el vacío no sólo por su presencia sino por la réplica conseguida con las imágenes reflejadas en el suelo, la intensidad de la luz y el carácter noble de los materiales empleados, piedra, madera y acero. Tres materiales presentes a lo largo de toda la historia de Bilbao.
Con Sebastinao Provenzano
Brunico sugiere una vida tranquila ligada a la naturaleza y a los deportes de hielo. La escala de la ciudad y la baja densidad de sus extensiones conforman un contexto arquitectónico y paisajístico de alto valor para sus habitantes, estrechamente vinculados a los elementos naturales.
El área para la futura construcción del nuevo Complejo de Deportes sobre Hielo “Arena Brunico/Val Pusteria” no es una excepción, porque se sitúa en el límite de la ciudad y próximo a edificios públicos, extensos campos de cultivo, bosques de grandes árboles y vistas hacia las montañas que rodean el valle. Estas condiciones contextuales y funcionales demandan una nueva identidad física y un nuevo icono arquitectónico para Brunico y su tradición deportiva.
Nuestra estrategia propone un edificio singular integrado en este entorno natural a la vez que consciente de su ubicación en el límite urbano. Sobre una plataforma que construye el lugar inmediato se deposita una cubierta que se manifiesta como un objeto abstracto.
Esta idea sirve para separar las dos grandes pistas de hielo alojándolas en una plataforma de baja altura, manifestando únicamente la principal y ocultando la pista de entrenamiento. Se crea un nuevo plano horizontal que sirve para organizar los complejos flujos de usuarios y dos grandes espacios interiores relacionados con el bosque y el acceso, a la vez que sostiene material y conceptualmente la gran cobertura del Arena.
Bilbao no sólo es el Guggenheim, su ría o su casco histórico, son también sus barrios periféricos. Un anillo continuo de distritos originarios de clase obrera y media que rodean el centro más turístico y mediático de la ciudad, zonas que conforman un desconocido tejido social y urbano con evidentes necesidades de intervención arquitectónica.
Matiko es uno de estos barrios, el más próximo al centro de la Villa. Allí el Ayuntamiento ha dispuesto de un edificio industrial entre medianeras que nunca llegó a funcionar –donado generosamente por la familia Irazábal-, para reactivarlo como centro de emprendedores. Bautizado como Auzo Factory Irazábal Matiko, nace con la vocación de convertirse en un modelo de intervención en estos distritos, basado en la recuperación o reforma de antiguos inmuebles para usos que generen riqueza y revitalicen el lugar en el que se insertan.
El proyecto ha consistido en idear una fachada que haga visible esta operación, teniendo en cuenta unas premisas claras: coste mínimo y máxima expresividad. Como contenedor público de nuevas actividades empresariales debe buscar el diálogo empático entre usuarios y mercado; y en tanto que dotación de barrio ha de aproximarse al vecino, ofreciéndole un nuevo espacio de uso colectivo y una imagen que redima lo que siempre ha sido una ruina industrial.
La propuesta es una piel uniforme que cubre la estructura de fachada originando un plano terso y de mayor escala. Para ello se ha elegido un material común en instalaciones eléctricas al que se le ha conferido virtud estética: bandejas portacables de acero galvanizado. El resultado, una modesta y elegante cortina de metal. Detrás de este plano se sustituyen antepecho y carpinterías antiguas por otras ajustadas a haces interiores de estructura, aumentando la superficie de iluminación natural. Singularmente se trata la esquina oeste con un espacio al aire libre, adornado con un único motivo pintado en distintos colores, y un hueco en fachada que permite cumplir con las exigencias de accesibilidad en caso de incendio.
Si durante el día el cerramiento metálico gradúa la luz natural y tamiza las miradas entre edificios vecinos, durante la noche el Centro Irazábal se transforma en fanal urbano y enfatiza aún más su presencia en el contexto. Para ello se ha propuesto un sistema de iluminación artificial con líneas de leds colocadas en la parte inferior de cada carpintería, hacia el exterior, y se ha replanteado la posición de las luminarias fluorescentes de la primera crujía en consonancia con la idea de la fachada.
Constructivamente, el uso de las bandejas ha sido posible al darse la oportuna coincidencia de que longitud de pieza y distancia entre forjados es similar, lo que evita cualquier corte que deteriore su protección anticorrosiva. Esta es, de hecho, la razón por la que las más altas sobrepasan la fachada existente.
En definitiva, el resultado final procura una nueva identidad al barrio. Se recupera funcionalmente una infraestructura abandonada y se manifiesta con una operación de original atavío. Gesto bizarro al mismo tiempo que rentable por lo económico del coste. El presupuesto de la fachada metálica, alrededor de diez mil euros, puede considerarse llamativamente bajo teniendo en cuenta la imagen conseguida con la operación. Postulado del más por menos con bandejas portacables.
Parcela 501: La propuesta ofrece una arquitectura singular acorde al lugar que ocupa y consigue el mayor número de viviendas permitido por la normativa. La esquina del nuevo edificio tiene en cuenta su condición de elemento singular en la entrada al pueblo, por lo que se trata mediante una composición de planos y huecos más abstracta. Aquí se suprime un tramo de la cubierta inclinada hacia el sur consiguiendo una terraza soleada y con vistas elevadas. La planta baja organiza locales comerciales, la vivienda del conserje y zonas comunitarias en torno a un espacio central cubierto, disfrutando además de una pequeña zona ajardinada, tranquila y protegida del ruido de la autovía por arbolado.
Parcela 575: Las principales condiciones del lugar son su topografía, su valor paisajístico y su relación con Epalinges y el nuevo edificio médico-social vecino. Estas circunstancias, junto con la satisfacción del programa demandado, han sido las determinantes de la idea propuesta. Cuatro bloques similares de nueve viviendas cada uno que permiten adaptar las construcciones al terreno en pendiente y a la escala de los edificios próximos. El estudio y la repetición de un mismo bloque facilita la comprensión de la intervención y su vinculación con el entorno, así como su adaptabilidad al programa y ejecución por fases.
Una visita al pueblo de Cossonay sugiere una vida tranquila muy ligada a la naturaleza. La pequeña escala del pueblo y la escasa densidad de sus extensiones conforman un contexto arquitectónico y paisajístico de alto valor para sus habitantes. El área de Les Chavannes no es una excepción, por lo que se propone un grupo de edificios escolares y deportivos integrados en este delicado entorno. La idea separa los usos del programa en tres edificios de escala menor que, sin embargo, mantienen una única identidad. La Escuela con gimnasio, la guardería con la Unidad de Acogida más el comedor y ludoteca, y las piscinas se reparten en tres volumenes consiguiendo una composición de baja densidad que se incorpora al entorno natural sin gran impacto. Colegio y guardería se unen con un paso elevado por razones prácticas y el edificio de piscinas se construye con una marquesina orientada al sur para acceder a cubierto desde el parking hasta el grupo escolar. En el cuadrante suroeste se ha reservado una gran superficie para el patio de la escuela.
Las relaciones de proximidad entre los tres cuerpos conforman un espacio público de la misma importancia que el resto del proyecto. La unión se lleva a cabo con una calle-plaza a través de la cual se accede a todos los edificios. Debido a su anchura, a su orientación sur y al estar protegida de los vientos del noroeste, no sólo es un paso entre ambos lados de la parcela sino también un centro de reunión en el que destaca la terraza de la cafetería y las actividades públicas que puedan llevarse a cabo en el patio de la escuela.
Proyectar espacios de docencia para los más pequeños supone entenderlos como un reducido mundo complejo formado por espacios de juego y aprendizaje, habitaciones versátiles donde el mobiliario y los objetos configuran situaciones imaginarias más que lugares concretos. Así pues evitamos el uso de grandes salas y la organización de un sistema mediante el tipo de escuela con pasillo y aulas, procedente de modelos anticuadosyconventuales; y proponemos un conjunto de superficies y volúmenes abiertos, cerrados y cubiertos, apropiados para que los niños puedan interactuar con ellos inventando nuevos juegos en mágicos paraísos.
Fruto de la necesidad de construcción por fases, la propuesta divide en dos volúmenes independientes el centro escolar, sin perder no obstante la unidad del edificio. Separados por un espacio abierto, ambas partes albergan la Escuela Infantil, al norte de la parcela, y la guardería, al sur. Los dos edificios comparten un mismo módulo constructivo, de cinco metros, así como un mismo módulo funcional de aula y espacio polivalente, adaptado convenientemente a cada edad.
La cubrición de los espacios más importantes –aulas y espacios polivalentes- de los dos edificios, se lleva a cabo con una solución prefabricada. La geometría básica se emplea como herramienta formal y se elige un cono oblicuo truncado que consigue introducir una luz amplificada, otorga al espacio una forma “amable” para los niños y genera una cubierta singular con resonancias lúdicas.
Comprendida en su Centro Histórico, la Plaza de Santa María del Camino o Plaza del Grano es el último gran espacio urbano de León que sobrevive con las singularidades físicas de la Ciudad Antigua. Sus valores más importantes, el rico empedrado de cantos de río y dos grandes chopos centenarios, deben ser preservados, restaurados y conciliados con las necesidades que la ciudad contemporánea debe procurar a sus habitantes. En consecuencia no es objeto de esta propuesta la sustitución de estos preciados elementos, sino por el contrario su actualización mediante el reciclaje y el diseño de aquellos elementos que los complementen funcional y estéticamente.
La intervención más determinante es la delimitación de un área de actuación en el pavimento de la plaza para otorgarle la necesaria accesibilidad. Buscando el menor impacto posible con la actuación, se considera entonces un perímetro o encintado funcional que resuelve esta importante cuestión. Esta zonificación permitirá el acceso desde y hasta todos los lugares del espacio urbano, incluyendo las conexiones peatonales entre todas las calles que la rodean.
La propuesta se complementa nuevos elementos de mobiliario urbano y la plantación de árboles de medio porte. Dentro de los primeros, los más importantes son las terrazas estacionales donde agrupar las sillas y mesas de restaurantes y bares. Diseñadas con una estructura a base de un único perfil de madera y con cerramientos de vidrios abatibles, serán objetos de la menor presencia posible (se consideran de uso estacional y por lo tanto desmontables) y máxima utilidad demandada.
La ordenación del Sector SSUNC 33 de Ponferrada se lleva a cabo pensando en las futuras instituciones que acogerá el espacio de actuación, proponiendo un nuevo centro de actividades ciudadanas y una imagen representativa para la ciudad. Todo ello asumiendo una forma urbana consolidada y condicionada por flujos y densidades de diversa índole.
El proyecto concentra la edificación en la zona sur de la parcela, proponiendo liberar buena parte de su superficie para ocuparla por un parque y una plaza. Cinco torres dispuestas sobre un basamento de uso comercial acotan el espacio libre en su límite sur. Prismas puros de elegantes proporciones que otorgan singularidad y presencia urbana a la intervención y conectan funcional y formalmente Ponferrada con la recién creada extensión de la Nueva Rosaleda. Frente a ellas, el límite norte se construye con una superficie horizontal ajardinada y densos paramentos vegetales a base de frondosos árboles. Ambos elementos, torres y parque, acotan el espacio central resultante, una gran plaza urbana de 70 m. de ancho y 300 m. de largo vinculada a los usos propuestos.
La estructura geométrica es sencilla, y recoge las trazas existentes para incorporar los diagramas de flujos peatonales más habituales. La envolvente de quince metros de crujía de las torres se demuestra válida mediante el estudio tipológico que puede llegar a albergar. Se ofrece entonces una síntesis de soluciones habitacionales que abarcan un variado espectro sociológico y económico. Las habituales viviendas libres pueden acompañarse con tipos convencionales de vivienda social pero también con soluciones alternativas como el apartotel, el hotel o las oficinas paisaje.
La Ordenación arquitectónica de la Plaza Mayor de Medina del Campo ofrece la oportunidad de revisar su Historia con la intención de recuperar y actualizar las que han sido sus cualidades más valoradas. No se trata de una restauración sino de una reinterpretación contemporánea que permita dotar a la plaza de un completo aprovechamiento, una nueva imagen y una materialidad rentable. El proyecto refuerza la condición horizontal de la Plaza Mayor y la unifica en lo material, enriqueciéndola con varias extensiones ajardinadas y una gran cubierta vegetal. Todo ello sobre un aparcamiento organizado en dos plantas de uso rotacional y uso privado.
Se parte de la base de una estructura geométrica que recoge las trazas existentes, incorpora los tránsitos o diagramas de flujos más habituales y asume los distintos accesos al aparcamiento. Pasos y diagonales de comunicación a través de la plaza definen una estrategia geométrica que sirve de base dimensional para la distribución de las distintas superficies materiales.
El duro clima de Medina del Campo obliga a dotar su espacio público de las necesarias protecciones. Los pórticos que rodean la Plaza Mayor son una respuesta arquitectónica a esta climatología adversa, habiendo probado su eficacia a lo largo de las décadas. Buscando ampliar estos soportales se dota a la intervención de una cubierta perimetral que los extiende hacia la Plaza. Bajo esta marquesina de doce metros de ancho se protegen todos los usos propuestos (salidas de aparcamiento, zona infantil, terrazas de bares, área ajardinada, sala municipal, aseos y lactancia), utilizando dos tipos de cubierta para ello, lamas de madera dotadas de parras y cubierta impermeable.
El Edificio PEASS completa el conjunto del Parque Empresarial de Arte Sacro. Concebido como un edificio funcionalmente autónomo, su programa pretende resolver la demanda de espacios de exposición, formación, esparcimiento y encuentro de los diferentes gremios artesanales. De todos sus espacios el vestíbulo aparece como protagonista, un vacío de dimensiones cúbicas iluminado cenitalmente y caracterizado por una escalera de dos tramos que otorga la condición escultórica necesaria para su posible utilización como expositor de Arte Sacro. Los niveles superiores albergan un programa estrictamente administrativo y docente. Ambas plantas se dividen según la modulación de cinco metros para albergar oficinas de gestión, aulas de formación artesanal y módulos de empresa.
Su relación con el Parque Empresarial se consigue empleado el mismo revestimiento de piezas prefabricadas, igualando su altura a la del resto de volúmenes y vinculando la calle principal del conjunto de talleres a la posición del vestíbulo, de modo que éste se concibe como prolongación y término de ese recorrido que comienza en el otro extremo, donde la marquesina de cincuenta metros de luz marca el acceso a los nuevos espacios productivos de los artesanos sevillanos.
Situado en el límite norte de Sevilla, el nuevo Parque Empresarial de Arte Sacro propone un conjunto productivo que se inspira en el zoco como modelo urbano típico de las ciudades mediterráneas. El barrio atávico que agrupa los diferentes espacios productivos se convierte aquí en la referencia necesaria para conseguir el ambiente domestico-laboral que la ciudad contemporánea no ha sabido conservar, una arquitectura que busca recrear la atmósfera íntima en la que los artesanos han trabajado tradicionalmente. Además de esta cita histórica, los valores que han motivado el proyecto han sido la funcionalidad de los lugares de trabajo, la sensibilidad hacia el clima, la interacción con los visitantes y la cualificación de una nueva periferia metropolitana.
El Parque Empresarial se forma por diez edificios cuya agrupación crea un gran alfoz con identidad propia, un amplio espacio de condición urbana y pública formado por un sistema de estrechas calles perpendiculares entre sí y en cuyas intersecciones se ubican dos plazas de pequeñas dimensiones, pensadas para el descanso del artesano y la organización de mercados eventuales. Y una calle principal hilvana longitudinalmente todos estos espacios.
Cada edificio alberga un número variable de talleres proyectados como eficaces continentes para la producción artesanal: volúmenes modulados según una retícula de cinco metros y adaptables a las necesidades de cada gremio, dotados de grandes alturas, fácilmente accesibles y convenientemente aislados del exterior. El taller más pequeño es un espacio de cinco metros de ancho con un módulo de dos aseos independientes, cuya superficie oscila entre los 50 y 75 metros cuadrados construidos. La ampliación en horizontal y/o en vertical de este modelo sirve para configurar talleres de diversas superficies y alturas. Su iluminación natural ha sido objeto de especial estudio porque su principal fuente lumínica son lucernarios orientados al noroeste y pequeños patios que además sirven para separar unos talleres de otros. Las zonas próximas a las fachadas exteriores reciben luz a través de una celosía de piezas prefabricadas de hormigón blanco que también sirve para proteger la intimidad del trabajo, sin ocultarla completamente a los posibles visitantes.
Completando el conjunto en cada uno de los extremos de la calle principal se ubica un área de llegada así como un edificio singular con usos complementarios.
El paso de la vida cavernícola a la cabaña primitiva, datado durante el periodo Musteriense hace más de 40.000 años, constituyó el origen histórico de la Arquitectura. Tomando este acontecimiento como referencia, el Centro del Neandertal en Piloña pretende ser su expresión construida o la representación arquitectónica de aquel momento de gran trascendencia para la Humanidad, y no únicamente un contenedor de importantes contenidos. La arquitectura propuesta se presenta, entonces, como la síntesis de dos modos de entender lo constructivo: una carcasa de naturaleza tectónica, como si de una cubrición textil se tratara: una cabaña; pero materializada con elementos pétreos (hormigón) en aras a conseguir una imagen o apariencia estereotómica, telúrica: una cueva. El Centro del Neandertal en Piloña pretende ser, por lo tanto, recreación misma del espacio de lo subterráneo habitado y recreación misma de la cabaña primitiva.
La geometría del solar propuesto y el entorno natural dan forma a la idea anterior. El resultado morfológico es un edificio cuyo programa se encuentra principalmente bajo rasante y se manifiesta exteriormente mediante una gran roca formada a base de planos triangulares inclinados. Las resonancias imaginativas que aparecen son múltiples: el edificio no sólo se refiere al concepto de cueva bajo la montaña, sino también a una gran herramienta lítica fabricada con sílex, o al reflejo del lejano pero presente perfil de la Cordillera Cantábrica, visible desde el entorno y el lugar.
La ordenación programática es versátil y habilita los espacios de la caverna para los usos reclamados por el proyecto museográfico y el programa de necesidades complementarias. Tras una entrada descendente se atraviesa el umbráculo del Centro para llegar al espacio de acogida. Este vestíbulo separa el edificio en dos zonas claramente diferenciadas. A su derecha la zona expositiva se sitúa bajo una bóveda faceteada y se divide en dos salas para montajes permanentes y temporales. Su funcionamiento puede ser independiente aunque en un momento dado ambas superficies pueden unificarse para el montaje o ampliación de las exposiciones. A la izquierda del vestíbulo se localizan el resto de espacios de apoyo.
Con Sebastiano Provenzano
El paisaje litoral sardo constituye uno de los patrimonios naturales más valiosos de Cerdeña. Sus acantilados, sus sendas, sus dunas y sus más de trescientas playas y calas configuran un conjunto de espacios naturales que, históricamente, han proporcionado a la isla mediterránea una singularidad específica y una seña de identidad propias. Bajo este punto de vista, la propuesta para los Equipamientos de la playa de Pistis, situada en el Comune de Arbus, trata de aportar una construcción singular que complemente funcionalmente y enriquezca visualmente el entorno costero sin violar sus altos valores naturales.
Para conseguir este objetivo se propone una pieza única que pueda emplearse indistintamente para albergar cualquier uso playero. La solución es un sencillo pabellón compuesto por dos muros laterales y un techo del mismo material. Este modelo se concibe a partir de varios requisitos, además de su versatilidad funcional: unidad de forma, en aras a evitar la proliferación de diferentes instalaciones en una misma playa; facilidad para su montaje, transporte y almacenaje; y posibilidad de prefabricación y reproducibilidad, reduciendo en lo posible los costes de construcción in situ y en taller. Llegar y colocar, plug-in.
Consideramos que la manufactura del objeto en dos momentos -fase de prefabricación o industrialización de la estructura y fase de montaje y asentamiento en la naturaleza- le confiere una cualidad móvil que se traduce en versatilidad de posición. De modo que son infinitas sus posibilidades de inserción en el paisaje y sus posibilidades de combinación y agregación, proponiéndose conjuntos de dos, tres y hasta cuatro piezas como modo de condensar usos y formar singulares espacios de actividad dentro de cada playa.
Se nos invita a proponer criterios de intervención en el patrimonio arquitectónico para recuperar un edificio funcionalmente obsoleto y ofrecerlo al público con uso renovado. Bajo este requisito el Antiguo Palacio de la Diputación de Zamora se transforma para expresar literalmente la idea del diálogo sostenido entre lo histórico y lo contemporáneo. Un nuevo edificio dentro de otro ya existente que se exprese como lugar de conciliación, intercambios sociales y expositor cultural.
Para ello se sustituye totalmente su zona menos valorada, la ampliación de los años sesenta, por un nuevo espacio interior a modo de vacío dentro de un rotundo objeto urbano. Se suplanta el cuerpo de oficinas por otro que organiza una nueva entrada y cuya geometría permite introducir una planta fundamentalmente racional. Esta operación genera una serie de dualidades entre elementos antiguos y nuevos que enriquecen sustancialmente la lectura y experiencia del edificio. A saber: un segundo volumen interior de similares dimensiones al patio que se conserva, cubierto con lucernarios para iluminarlo cenitalmente; una segunda escalera de carácter monumental desde la que se accede al primer y segundo nivel; y una segunda entrada al edificio desde la calle Alfonso XII, que permite resolver las actuales carencias de accesibilidad. Tres nuevos elementos (hueco, escalera y entrada) que conforman una unidad de intervención con la que se consiguen ordenar espacios para el trabajo, despachos y una sala de conferencias en el nuevo nivel inferior de acceso desde la calle Alfonso XII. El resto del programa solicitado en planta baja (exposiciones temporales, lectura y consulta y recepción) se distribuye por las estancias varias de la zona que se respeta.
En la zona a conservar del Palacio las intervenciones buscan introducir cierta unificación y depuración de sus piezas más importantes: patio, escalera y estancias. El suelo del patio se eleva hasta la cota general de la planta baja y sus ventanas se transforman en puertas. El resto de estancias y la escalera se tratan exclusivamente en suelos y una crujía divisoria entre Palacio y la nueva intervención acaba de satisfacer la actualización funcional de ambas plantas del edificio, al alojar nuevos aseos, ascensor y cuartos de apoyo.
La ampliación del Parque Central de Santurce plantea la necesidad de reflexionar acerca de cómo resolver espacios urbanos de gran centralidad vinculados a límites naturales tan sugerentes como el costero. En este punto es necesario recordar que, durante el siglo anterior, la ciudad padeció la infranqueable barrera física de un ferrocarril y una carretera que hicieron imposible su legítima extensión hacia el Puerto. Su centro neurálgico quedó dividido físicamente –aunque no visualmente- en dos grandes áreas que funcionaron incómodamente separadas. Parque, Paseo y Puerto constituyen, en realidad, una unidad arquitectónica, paisajística y social a recomponer.
La funcionalidad del proyecto es por lo tanto prioritaria, si bien deben ser condiciones también generadoras de la propuesta la sensibilidad hacia el lugar y su clima, la interacción con sus habitantes y la capacidad de la ordenación para generar nuevas y atractivas actividades de ocio y turismo. En consecuencia, y partiendo de una mirada atenta al lugar y su historia, el proyecto reinterpreta la fuerte condición horizontal de la superficie propuesta unificándola materialmente, enriqueciéndola con una gran extensión ajardinada de cien metros de longitud y treinta y seis de ancho y dotándola de sendos edificios horizontales vinculados al ocio vecinal y al fomento turístico.
Debido a la presencia del nuevo aparcamiento bajo rasante en esta área la plantación de árboles de gran porte se limita a su perímetro, limitación que se aprovecha positivamente para ofrecer una zona libre de obstáculos que compatibiliza juegos deportivos y colectivos con concentraciones multitudinarias. Se apuesta de esta manera por el diseño versátil y flexible de un campo de césped que permite alojar cualquier tipo de uso urbano, a la postre un gran plano vegetal asumible visual y funcionalmente.
Más allá de la línea actual que marcan las vías del ferrocarril se propone una nueva pavimentación continua que, empleando materiales asociables al entorno como la madera y otros pétreos como el granito y el hormigón, consiga un plano horizontal unificado bajo un único criterio dimensional. La madera creosotada, propia de las cubiertas de los barcos, se emplea para zonas de estancia como la situada bajo las cubiertas de los dos nuevos edificios propuestos. El granito y el hormigón se emplean en las proximidades del puerto y en la zona próxima a los astilleros.
Dentro del marco físico del Ensanche de Bilbao, la ordenación del ámbito de Garellano significa actuar en uno de sus límites más importantes, el oeste. En consecuencia la propuesta aprovecha la fuerte condición geométrica de la manzana decimonónica extendiéndola al ámbito en cuestión. Las trazas de las calles se prolongan con naturalidad para acabar adaptando la trama urbana a manzanas de un tamaño más apropiado a las nuevas solicitaciones y escalas concurrentes. Así, el lado de la retícula ya existente (100 m.) se reduce a cuarenta metros.
Una vez definido este orden se unifica la superficie de actuación generando una gran parcela en la que el tráfico pasa a un segundo término. El resultado es una extensión ajardinada de 140 m. de ancho y 180 m. de longitud entre cuyos límites se disponen las nuevas manzanas y un entramado de pasos peatonales y vías de tráfico controlado. Considerando la escasa densidad de zonas verdes en el interior del ensanche bilbaíno, se aprovecha la oportunidad para ofrecer a la ciudad un jardín único en su género, de máxima extensión, ocupado por pequeñas dotaciones así como por un bosque de árboles autóctonos. A la postre, un Parque Central, un lugar de encuentros y una porción de naturaleza útil no sólo para residentes, sino para todo ciudadano.
La unidad de manzana se circunscribe a un cuadrado cuya dimensión permite subdividirla en tres franjas o crujías de trece metros de anchura, medida apta para albergar unidades residenciales de doble o única orientación. El resultado son manzanas de tres cuerpos, uno de planta cuadrada, inferior, a modo de zócalo comercial; y dos superiores de altura variable (tres, doce o veinticinco plantas). Esta unidad permite su uso como principio compositivo al ser repetible y disponible según las condiciones de soleamiento, la satisfacción del programa residencial y la configuración visual de la ciudad. En las esquinas de la parcela se levantan cuatro torres de veinticinco plantas, mientras que hacia el interior del parque se disponen los edificios de menor altura o bien las fachadas cortas de los más altos. Con la primera decisión se logra acotar perceptivamente el espacio de actuación y se ofrece un hito urbano visible desde la distancia. Y con la segunda se resuelve una difícil ecuación compuesta por las variables de gran densidad, zonas públicas con soleamiento y espacio público de escala humana.
Resulta patente la importancia que la arquitectura industrial de principios del S. XX ejerció en la configuración de la ciudad. Grandes edificios de austeridad formal construyeron, casi siempre de modo discontinuo, la periferia de las grandes capitales. Ligados a las vías de comunicación, aquellos sencillos y considerables volúmenes constituían cajas herméticas cuyo interior encerraba una frenética actividad sólo visible en los intercambios con el exterior. En la actualidad, cuando muchas de aquellas estructuras productivas han caído en el olvido o han desaparecido, resulta más que nunca imprescindible reciclarlas para ofrecerlas al colectivo urbano. Siguiendo a Mumford, es tiempo de conseguir que la ciudad convierta “el poder en forma, la energía en cultura y la materia inerte en símbolo vivo del arte”.
El argumento del Centro de Cultura Visual es un gran espacio interior dentro de un rotundo objeto urbano, resultado de un ejercicio escenográfico, visual y escultórico. Un vacío tratado como calle-teatro, abierto al exterior y secuencia de planos, escaleras y bifurcaciones al resto del edificio, cuya misión no sólo es organizarlo funcionalmente sino representar, en última instancia, la cultura de lo visual. La principal intervención en el edifico existente sustituye uno de los cuerpos interiores por otro cuya geometría permite regularizar una planta sustancialmente racional. Esta operación configura cuatro patios o grandes espacios interiores de igual dimensión que se ligan directamente a la calle o vacío interior, a modo de extensiones.
Las cubiertas actuales del edificio se sustituyen por un cuerpo superior que amplía la superficie existente y alberga los usos más restringidos. Esta segunda operación tiene como fundamento informar a la ciudad sobre la recuperación de la Fábrica de Tabacos, de una manera sencilla pero visible, no traumática sino delicada, cuidadosa y sutil. Este nuevo cuerpo superior se ha considerado perceptivamente tanto desde el nivel peatonal como desde la altura, al tratar su plano de cubierta como un lienzo cuya manifestación remite directamente a imágenes industriales o fabriles.
El argumento del proyecto pretende desarrollar un grupo de viviendas dentro de una urbanización privada cuyo principal valor es su entorno natural. Ubicado en Ventades, pueblo del Valle de Mena, se compone de veinte unidades aisladas cuya lógica de distribución busca el objetivo de crear espacios vegetales para el esparcimiento colectivo, accesos rodados y peatonales y zonas de expansión ofrecidas a cada vivienda. El resultado es un conjunto volumétrico dotado de espacios abiertos justamente proporcionados, capaces de mantener intacto el equilibrio entre naturaleza y vivienda y apropiados para la vida vecinal.
En lo tipológico, se emplea un modelo de vivienda en torno a un patio abierto que la separa del paisaje inmediato mediante una celosía practicable. Los espacios del salón, la cocina y el estar así como la habitación principal lo abrazan por tres de sus lados, dotando de profundidad y amplitud a la casa. Así, el patio se concibe como una habitación de estar más, de proporciones similares respecto al resto de las piezas, convirtiéndose en la mejor de la casa y unificando todos sus espacios. Esta tipología enlaza, casi un siglo después, con las investigaciones desarrolladas por arquitectos como Hilberseimer, Mies o Utzon en torno a los atributos de la casa con patio en conjuntos residenciales. Aquéllos buscaron incorporar a la vivienda una porción de naturaleza a través de un espacio abierto exterior que representaba el diálogo personal del individuo con el universo.
El argumento del edificio se desarrolla bajo las restricciones de un planeamiento urbanístico concreto y mediante los principios de orden, austeridad y eficacia. Se propone un sistema flexible de espacios de trabajo capaz de dar cabida a investigadores, empresarios o docentes, organizado esquemáticamente a base de superficies ordenadas tras una envolvente continua y en torno a tres patios de luz interiores. La calidad ambiental para el trabajo se consigue mediante dos plantas originalmente diáfanas, moduladas y capaces de dividirse en espacios para laboratorios, spin-offs o aulas docentes. Así, la distribución queda liberada de cualquier hipoteca muraria al poder fraccionar el espacio según necesidades particulares.
La planta baja contiene los usos más públicos, incidiendo en la vocación abierta y universal de todo edificio construido en un campus universitario. De modo que vestíbulo, cafetería y salón de actos se proponen como áreas fácilmente accesibles desde el exterior, tanto para usuarios del edificio como para alumnos y profesores. En esta planta la parte anterior del edificio se reserva para oficinas y despachos particulares.
El edificio se manifiesta como una sencilla caja cuya expresión uniforme contribuye a su singularidad. Escapando de cualquier ludopatía del hueco, se recurre a la fachada vítrea continua como recurso para conseguir La Boîte à Miracles de Le Corbusier. De este modo el volumen se concibe como un objeto posado en el suelo con indiferencia abstracta. Y en el detalle, el vidrio se pliega en su capa exterior para conseguir efectos como los buscados por el maestro Mies en sus edificios en altura, donde la importancia de los reflejos en las superficies acristaladas se anteponía a los efectos de luz y sombra propios de los edificios corrientes. El plegado de la fachada introduce, en definitiva, la cualidad de la densidad cambiante, provocado por el ángulo de percepción visual del edificio y las diferentes iluminaciones de los vidrios.
La propuesta para el Edificio de Accesos del Campus de la Justicia de Madrid se entiende como la búsqueda de un símbolo. Un símbolo construido cuya presencia, tanto interior como exterior, evoque la importancia de un conjunto urbanístico-funcional tan singular en su género como el del Campus del que forma parte.
No sólo se trata de ofrecer a los usuarios un edificio altamente eficaz en sus servicios, sino de conseguir, en última instancia, un objeto representativo, inmemorable y monumental. Se propone, en consecuencia, un edificio articulado en torno a un rotundo vacío objetual resultado de un ejercicio escultórico, un edificio-vestíbulo de fácil accesibilidad tratado como lo excavado de un cuerpo cuya misión es explicar, metafóricamente, los valores democráticos que representa el Campus.
Sobre esta base, se asume el cilindro exclusivamente como envolvente geométrica y se adopta la ortogonalidad como estrategia canónica para la configuración del proyecto. Los diferentes espacios que albergan las múltiples funciones del edificio y sus complejas circulaciones se articulan en mayor o menor medida en torno a un vacío central. Como estrategia funcional se ha generado un “anillo interior” de planta cuadrada que articula todas las comunicaciones verticales y horizontales, así como patios de luz, nodos de planta y módulos de aseos. El auditorio se ubica en primera planta, así como las salas multiusos, todos ellos dotados de un acceso representativo a través de una escalera que postula mecanismos escenográficos de edificios como la ópera de Garnier o de decorados teatrales como los de Adolphe Appia.
El tratamiento material exterior, dos envolventes de vidrio -transparente y translúcido-, elimina cualquier referencia escalar y constituye una misteriosa superficie cambiante que insinúa la actividad interna del edificio, otorga la dualidad de transparencia-opacidad al tegumento y contribuye a enfatizar su condición figurativa y conscientemente desubicada.
Louis I. Kahn definió la ciudad como una reunión de instituciones. El arquitecto norteamericano consideraba que en su naturaleza está implícito el acuerdo de los diferentes establecimientos humanos. Y ya sean privados o públicos, el diálogo entre la arquitectura que los aloja ofrece como conclusión los espacios públicos, aquellos lugares donde se materializan los encuentros humanos.
Instruida por Kahn, la propuesta para la Ordenación de la Manzana de la Audiencia de Soria se lleva a cabo desde la necesaria relectura del entorno urbano en el que se inserta. Porque entendemos inicialmente que la implantación de un conjunto de actividades tan completo y heterogéneo como el propuesto debe influir en todos los órdenes posibles sobre la ciudad que lo espera. En consecuencia, y recuperando lo esencial del trazo radical de las plazas castellanas, el Auditorio y la Nueva Plaza de la Audiencia de Soria se proponen en torno a un espacio público de pureza geométrica. El resultado es un nuevo lugar de encuentros en el Casco Histórico de Soria, un vacío que completa el sistema de plazas formado por las de San Clemente, San Esteban, San Blas y Plaza Mayor, entre otras. La plaza aloja el encuentro urbano y funciona como un vestíbulo público de acceso a los edificios que la limitan: el Nuevo Auditorio de Soria, la Ampliación del Centro Cultural Palacio de la Audiencia, un hotel, un edificio para la Junta de Castilla y León y locales comerciales.
El proyecto pretende ordenar topográficamente el desestructurado área en el que se insertan estos edificios, construyendo definitivamente una de las fronteras de la ciudad histórica y relacionándose con el deseo de regularización física y táctil del entorno. La arquitectura hace ciudad, porque el vacío urbano se ofrece con un elevado potencial para conseguir transformarse en un nuevo centro de actividad de la zona, en un intento por reconstruir tanto funcional como formalmente el lugar. El escenario público representa, en definitiva, los usos sociales que le dan contenido.
El edificio para la Administración del Principado de Asturias en Gijón se plantea desde la posibilidad de un nuevo espacio público ofrecido a la ciudad. Una plaza insertada en el interior de la trama urbana mediante un gesto singular, limitada por una envolvente de oficinas y ocupada por un pequeño edificio dotacional y un bosque ajardinado. A la postre, un pequeño refugio natural, un lugar de encuentros y un centro de trabajo desligado de la vertiginosa dinámica urbana.
La configuración de un espacio de estas características volumétricas obliga a reflexionar en torno a sus límites. éstos deben, en la medida de lo posible, integrarse en la ciudad que los acoge, ser permeables al público y empleados, así como representativos de la institución que albergan. La oportunidad de construir en un punto singular de la Avenida de la Constitución anima a responder de manera equivalente y mediante dos gestos sustantivos: por un lado, a través de un volumen vertical que capta la atención desde la perspectiva profunda de la Avenida a la que se asoma; y por otro, con la ubicación del acceso al nuevo jardín y a los edificios que lo limitan en el vértice del encuentro con la misma. Puerta y umbral se convierten en gestos unívocos y explicativos de la nueva intervención.
En lo material, se propone una estética unitaria construida con una fachada adaptada a la memoria formal del entorno. Se asume la solución típica del mirador acristalado, presente en todo el litoral norte español, para construir con un cerramiento continuo de vidrio las fachadas que conforman la plaza-jardín. Su ordenación se determina con un lenguaje ausente de gestos y signos irregulares concebidos al margen de las leyes dictadas por la forma urbana. Se elige entonces hacer expresivo el orden estructural, que veladamente se manifiesta exteriormente mediante la pauta de un cerramiento modulado. El resultado de todo ello es una envolvente preceptiva (regulada, regular, pautada) y perceptiva, un espacio panóptico descontaminado de extravagancias formales o soluciones catalogadas. Un recinto cuyas superficies vidriadas provocarán, gracias a su efecto especular, su ampliación volumétrica, aportando un efecto caleidoscópico que desmaterializará sus límites construidos.
Con Sebastiano Provenzano
El principal objetivo del proyecto es crear un nuevo gran salón ajardinado en este barrio de Catania. Para ello, la plaza Michelangelo se utiliza como el centro de un vacío complejo configurado realmente por la sucesión de tres espacios públicos: los jardines del viale Rafaelo Sanzio, la misma plaza Michelangelo y los jardines de la villa Scammacca, que como novedad se incorporan al sistema de parques de la ciudad.
Se trata de la estrategia de la fusión. Las tres áreas se unen diagonalmente mediante un recorrido peatonal que atraviesa la plaza, quedando ligadas en un atractivo sistema verde con entidad suficiente como para convertirse en un nuevo lugar de reposo.
La plaza Michelangelo se propone como un lugar de paso pero también de encuentros. Lugar de paso porque permite la libre movilidad al ciudadano. Lugar de estancia porque cada uno de sus cuatro lados, aunque diferentes, invitan a la estancia de uno u otro modo. Una galería comercial ya existente, un nuevo pabellón con diferentes usos; una franja de césped en el lado sur y un gran bosque de magnolios invitan a detenerse al transeúnte, desorientarse y evadirse de la urbe que le rodea.
En definitiva se propone una operación basada en la levedad y economía de las intervenciones. Fundamentada, más que en grandes gestos urbanos, en presencias arquitectónicas escondidas, en la lectura del contexto próximo y en el aprovechamiento de las capacidades que rodean al lugar, tales como la villa Scammacca, los jardines del vial Rafaelo Sanzio, o la galería comercial existente.
El proyecto para el Museo del Motor en Alcalá de Henares parte de la reflexión de dos aspectos de diferente naturaleza: la creación de un importante centro de cultura y de ocio urbano y la transformación y revalorización de un edificio industrial inhabilitado, la fábrica de productos Gal.
Resulta patente la influencia que la arquitectura industrial de principios del S.XX ejerció sobre los axiomas del Movimiento Moderno. Maestros como Gropius, Le Corbusier o Behrens expresaron su devoción por la fuerza expresiva de las factorías, por las formas abstractas que los ingenieros conseguían espontáneamente al dar respuesta a necesidades arquitectónicas de orden industrial. En la actualidad, cuando aquella admiración se ha sustituido por la decadencia de las ruinas industriales y el exilio de sus valores estéticos, resulta imprescindible entender las claves que hicieron de aquellas fábricas uno de los gérmenes de la arquitectura moderna. Desde esta perspectiva, el proyecto pretende adaptarse a las condiciones volumétricas y espaciales de la antigua fábrica para dar cabida al variado programa y para recuperar sus esencias arquitectónicas.
Se propone como principal actuación la construcción de un volumen de una única planta, plataforma-preludio de componente horizontal que altera la percepción de la fábrica: la transforma en un objeto ‘depositado’ sobre una base. Esta operación sirve para aumentar la superficie funcional requerida y distinguir claramente las áreas de servicio de las museísticas, así como para dotar al espacio público de un plano elevado y de libre acceso. Resuelta la comunicación entre plataforma y plano de rasante mediante cómodas rampas, aparecen las referencias a las construcciones mayas que tanto influyeron la arquitectura del maestro Jørn Utzon.
Con Sebastiano Provenzano
El Teatro Romano de Spoleto pertenece a esa categoría de espacios singulares olvidados para la ciudad. Su condición de decadente ruina museística sólo se salva con su esporádico uso para las artes escénicas, cuando los muros y edificios históricos que lo ocultan abren sus puertas al público. Bajo esta circunstancia, la intención de “actuar arquitectónicamente” en él permite recuperar un desusado espacio como lugar de encuentro para la ciudad. Unir, separar, recorrer y escuchar han sido los materiales conceptuales del proyecto: confirmar la centralidad de la estructura teatral y considerar el teatro como representación de la ciudad y de la gente que la habita.
El Teatro Romano de Spoleto pertenece a esa categoría de espacios singulares olvidados para la ciudad. Su condición de decadente ruina museística sólo se salva con su esporádico uso para las artes escénicas, cuando los muros y edificios históricos que lo ocultan abren sus puertas al público. Bajo esta circunstancia, la intención de “actuar arquitectónicamente” en él permite recuperar un desusado espacio como lugar de encuentro para la ciudad. Unir, separar, recorrer y escuchar han sido los materiales conceptuales del proyecto: confirmar la centralidad de la estructura teatral y considerar el teatro como representación de la ciudad y de la gente que la habita.
El proyecto pretende establecer nuevas relaciones entre teatro y ciudad, entre el museo que lo exhibe y el espacio circundante. Se ha prestado atención al complejo funcionamiento que el teatro posee derivado de su triple naturaleza, al servir como espacio de representación, monumento visitable y lugar de uso público. Para lo cual se ha incluido la potencialidad intrínseca del contexto como seguro para asegurar la no conflictividad de las diversas funciones.
La primera operación elimina el muro que separa el Teatro de la Piazza de la Libertá, impedimento de la fruición visible. En su lugar se introduce un pabellón transparente que asegura una renovada relación visual con el teatro y que acoge usos de información, billetería, bookshop y balcón desde el que disfrutar del monumento. Pequeño pabellón que se ofrece como puerta al teatro, pero también como manifestación renovada del mismo hacia la ciudad. La segunda operación define un nuevo límite y puerta de entrada desde la Vía delle Terme, generando un acceso por la parte anterior del graderío a través de un segundo pabellón que contiene cafetería y servicio de acogida, así como un jardín que transforma la condición trasera de este espacio en otra dedicada al esparcimiento y retiro.
Y la tercera intervención se propone en el espacio escénico. Se proyecta un nuevo escenario materialmente efímero, concebido desde la facilidad de su montaje y desmontaje y caracterizado por su ligereza. El decorado simplemente se confía a una arquitectura existente velada únicamente por una celosía traslúcida que, de algún modo, unifica la volumetría histórica.
Ubicadas en el corazón del barrio de Chueca, las Escuela Pías de San Antón constituyen un gran complejo edilicio encerrado en la trama de la ciudad histórica. La carencia de grandes espacios públicos en este contexto convierte la intervención de la nueva sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en la oportunidad para subsanar esta importante deficiencia: el proyecto se plantea desde la forma rotunda de una plaza (o vacío tallado en la densa materia), que además es atravesado tangencialmente mediante una calle que comunica Hortaleza con la calle Santa Brígida. El impacto de la operación es sustancial: Plaza y calle hacen posible un nuevo trayecto transversal a lo largo de Chueca que comunica la Plaza de San Ildefonso con el Paseo Recoletos, un nuevo conducto urbano cuyo centro geográfico coincide con la nueva sede.
La Plaza del COAM es un vacío que reconstruye y actualiza el lugar, estableciendo un diálogo equilibrado entre edificios y ciudad donde lo ocupado guarda relación directa con lo desocupado. Entre sus funciones principales están la de alojar el encuentro social y la de organizar un vestíbulo público de acceso a cada edificio del complejo: Colegio de Arquitectos, Centro de Documentación de Arquitectura, Biblioteca municipal, Centro de Mayores, Centro de Día, Escuela Infantil y Equipamiento Deportivo. Es el espacio público el que se dilata y amplía en determinados puntos, prolongándose en la medida de lo posible hasta introducirse en los diferentes vestíbulos.
La intención última es enriquecer el carácter y los secretos del laberinto madrileño, describir el espacio público como un lugar de identidad colectiva. En realidad, recuperar a Battista Nolli y su visión de la ciudad del dieciocho a través de la Nuova Pianta di Roma como estrategia inocente, evidente pero verdadera.
El Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla se propone desde la reinterpretación de una arquitectura que busca rememorar la atmósfera íntima en la que han trabajado los artesanos tradicionalmente, un conjunto productivo y comercial que parte de la reinterpretación del zoco como modelo urbano propio del espacio mediterráneo. El barrio atávico que agrupa los espacios y puestos de los diferentes gremios se convierte en la referencia porque el proyecto persigue la consecución del ambiente histórico que la ciudad contemporánea no ha sabido conservar.
La propuesta es un conjunto de volúmenes cuya agrupación genera un alfoz con identidad propia. Cada volumen o edificio de este conjunto se propone como un espacio productivo flexible, construido a base de superficies funcionalmente variables iluminadas de un modo acorde con su uso posible. Cada edificio consta de una primera envolvente que alberga las llegadas y salidas de material y piezas, así como zaguanes de acceso, oficinas o espacios expositivos particulares. Tras ellos se encuentran los espacios de producción propiamente dichos, diáfanos, convenientemente modulados según una retícula de cinco metros y adaptables a necesidades concretas. En el interior de cada edificio y separando talleres se sitúan pequeños patios que proporcionan luz directa así como vestuarios y almacenes para sustancias delicadas.
La combinación de los edificios crea un espacio de condición urbana formado por un sistema de calles perpendiculares entre sí. En sus intersecciones se forman dos plazas de diferentes dimensiones, cuya utilidad es el reposo para el artesano y la eventual organización de mercados públicos. Su ornamento se ha confiado única y exclusivamente a la sombra de los naranjos y al aroma del azahar. Completando el conjunto, en cada extremo de la vía principal se ha ubicado un desembarco de visitantes así como un edificio singular con usos complementarios, puertas de entrada y salida al escaparate sevillano del Arte Sacro.
El proyecto para el Centro de Educación en Biología Marina plantea la necesidad de reflexionar acerca de cómo actuar en un espacio natural sin fracturar su frágil equilibrio. ¿Qué hacer para que la arquitectura conforme el paisaje sin atentar contra él? ¿Cómo intervenir en un paraíso amenazado por la incursión de construcciones de escaso valor que nada tienen que ver con su entorno, cultura e historia?
La integración del proyecto en el paisaje ha sido prioritaria. Un entorno rural caracterizado por construcciones agrícolas o residenciales de pequeño volumen ha condicionado la escala de la propuesta, buscando una arquitectura subordinada a la belleza del lugar. Un edificio que se exprese como un elemento más del paisaje, como la tierra sobre la que se asienta y las montañas y el mar que le rodean.
La clara diferenciación del programa en residencial, docente y dotacional posibilita fragmentar la propuesta en tres unidades funcionales autónomas, minimizando la presencia y el volumen excesivo que supondría la concentración de todas las actividades en una única pieza. Este mecanismo consigue mejor adaptación de la arquitectura a la topografía, protección de los árboles existentes y asunción de las variaciones del terreno, así como singularizar el tratamiento de los distintos usos: un lugar para comer y estar, otro para descansar, y un nuevo espacio donde enseñar.
Tres pequeños edificios que acogen las instituciones sociales que definiera Kahn: encontrarse, aprender y descansar. Tres piezas que dejan pasar entre sí el prado de San Vicente y repiten en sus formas y cubiertas las leves inclinaciones del terreno. Piezas que se miran, se aproximan y se separan. Edificios pegados al suelo, adaptados a la topografía, relacionados entre sí, como marcos del Cantábrico y de la marina. Sencillamente, arquitectura y naturaleza que se alternan sin artificios en un lugar donde paisaje y cobijo acompañan al usuario constantemente.
Río Tormes cota + 722.0: nivel del río a su paso por Salamanca o punto de partida de la propuesta urbana para la ordenación de sus márgenes fluviales. El perfil salmantino reflejándose en el Tormes es casi tan reconocible como su majestuosa catedral. La historia ha permitido que ciudad y río vivan indisolublemente unidos, por lo que preservar la belleza natural de su ribera es tan importante como proteger y conservar sus monumentos sin menoscabar su crecimiento: la ciudad y su marco geográfico constituyen un todo inseparable.
A partir de este supuesto de protección positiva, el proyecto se basa en un análisis del tejido edificado existente y en la identificación de sus elementos más significativos. Y se organiza en cuatro bandas paralelas al río: el parque fluvial, que recorre su ribera hasta el puente romano; la banda cultural-dotacional, donde se sitúan los edificios de mayor escala y servicio público; la zona de parque y el área residencial. A medida que se aleja de la orilla y se adentra en la ciudad consolidada, la densidad aumenta progresivamente. La ordenación mediante bandas paralelas al cauce proporciona una estratificación en distintos niveles que genera un friso vegetal de atributos arquitectónicos, tratado como basamento dialogante con la estampa de la ciudad antigua.
El proyecto explora la idea de forma urbana como estructura abierta, variable y adaptable a las mutables solicitaciones de la ciudad genérica, pero al tiempo precisa en su disposición y organización espacial. Para ello se evitan planteamientos determinados por concepciones estáticas y perceptivas de la forma urbana, cuyo resultado son vulgares escenas de calles-corredor, impersonales bloques y espacios públicos, duros viales e incómodas rotondas.
La decisión de emplear una estructura sobre la que se manipulan matricialmente determinados elementos básicos constituye una estrategia de proyecto variable y suficientemente flexible como para adaptarse a las particulares condiciones de la ciudad. El elemento más repetido de esta estructura ha sido el claustro. Múltiples vacíos insistentes perfectamente delimitados por materia natural o arquitectónica: aberturas en la ciudad que acogen variedad de usos, consiguiendo una reinterpretación actualizada de los espacios más singulares de la salamanca histórica.
La construcción de 211 viviendas sociales en Ciudad Real ofrece la oportunidad de reflexionar en torno a la intervención residencial en los límites de la ciudad. Se parte de la crítica a los actuales bordes urbanos que se construyen ajenos a cualquier orden y sentido, concluyendo en fragmentos de nula vinculación al lugar y de escaso atractivo espacial. En este sentido la respuesta que aquí se plantea ha pretendido conjugar un programa exclusivo de vivienda con un ámbito urbano muy determinado, pretendiendo proporcionar un antídoto arquitectónico contra el envenenamiento de la vulgaridad en la periferia.
Para ello se ha analizado un entorno que descubre objetos singulares como la Puerta de Toledo conviviendo desesperadamente con agresivas infraestructuras tales como la Ronda de Toledo. Y a excepción del parque infantil cercano, el resto es un vacío carente de grandes valores significantes, determinado por su condición de borde y contaminado por las infraestructuras y la irrelevante arquitectura. Sin embargo, el análisis de lo alejado desvela la existencia de elementos a diversas profundidades -paisaje manchego, cerros y atalayas, río Guadiana- que influyen positiva y coherentemente en la concepción del espacio urbano y los edificios que componen la propuesta.
El programa de viviendas se plantea, a partir de estos supuestos, como un conjunto de bloques ordenado según varios principios. Sobre una trama de fácil comprensión y un plano verde que introduce la naturaleza se disponen diez edificios de dimensiones similares. En este esquema básico cada edificio adopta una altura determinada en función de su posición relativa dentro del solar, consiguiendo configurar patios públicos de diferente condición. Así, cuatro torres dan respuesta a la escala territorial de la Ronda de Toledo, mientras que hacia el interior tres bloques de cuatro plantas configuran jardines de escala humana. Al mismo tiempo, la condición repetible de la ordenación permite plantearla como una estrategia de colonización del lugar, porque sus atributos se han concebido teniendo en cuenta posteriores desapariciones de edificios colindantes y posibles ampliaciones de la trama. Igualmente, su fragmentación en varios bloques otorga una gran flexibilidad al desarrollo del proyecto, al evitarse la operación dependiente de una única promoción.
Una casa, un palacio. La célebre frase de Le Corbusier sirve como punto de partida para plantear un proyecto que enriquezca la vivienda económica con privilegios no fundados en la ostentación material, sino en el orden conceptual arquitectónico. Partiendo de la reflexión sobre el tipo para recuperar lo esencial de las casas tradicionales mediterráneas, se plantea un todo doméstico alrededor de un centro o fragmento de naturaleza personalizada. Esta postura transforma las treinta y seis viviendas en otros tantos pequeños palacios con patio.
La casa-patio se basa en la combinación de varios módulos cuadrados de cinco metros de lado. Cada módulo tipo es capaz de contener dos dormitorios con sus respectivos aseos, una unidad estar-comedor-cocina, un pequeño jardín o un aparcamiento. Sobre esta base funcional y volumétrica los módulos componen diferentes tipos residenciales a modo de piezas de un puzzle o tangram.
Como en la casa tradicional mediterránea, la relación entre lo exterior y lo interior se hace posible no a través de huecos o ventanas, sino mediante un patio. Un lugar de la casa que condensa sus circulaciones, ya que sus diferentes habitaciones, divididas en dormitorios privados y zonas comunes, se comunican entre sí directamente a través de este espacio. De este modo, los patios separan física pero no virtualmente interior y exterior así como las diferentes partes de la casa. Gracias a este patio, además, cada hogar se convierte en un hortus conclusus donde el habitante puede realizar numerosas actividades.
En la escala de conjunto se forma una retícula tridimensional extensible a la totalidad de la parcela y de comportamiento independiente al contorno irregular. Y como si de un tablero se tratara, se acaba construyendo un cuerpo denso y compacto, un complejo barrio de casas que reproduce los mágicos espacios interiores de los pueblos mediterráneos más evocadores.
La transformación del antiguo edificio Telefónica de León en oficinas y viviendas se ha basado en el equilibrio entre la conservación de la historia y la innovación de la urbe.
En el contexto del centro urbano leonés el edificio aparece como un elemento significativo. Dada la densidad de los tránsitos peatonales y rodados de la zona, tanto el nuevo tratamiento interior como el exterior se conciben en relación a su descubrimiento visual. En consecuencia, y aceptando la sugerencia inicial de tratar cualquier volumen añadido al edificio con pureza y materialidad contenida, el proyecto propone una nueva y única alineación en cubierta para alojar en un prisma sencillo y vítreo el programa residencial requerido. La envolvente visible de este cuerpo se desplaza hacia el interior generando un cuerpo de oficinas independiente de los muros y medianeras existentes. El diálogo volumétrico queda establecido, a partir de esta solución, entre dos elementos puros y sencillos de diferente materialidad pero similar proporción.
Entre la caja nueva y los límites preexistentes, a medio camino entre el interior y el exterior, aparecen vacíos de considerable altura donde se organizan las circulaciones principales. Son los lugares más importantes del proyecto: los acotados por la medianera de Padre Isla y la caja nueva y los originados entre ésta y los muros del antiguo inmueble. En el primero la escalera de acceso a las oficinas generales y a las viviendas de cubierta se trata escultóricamente mientras que en el segundo el vacío se aprovecha como filtro divisor de la luz hacia las dos plantas superiores de oficinas. Estos interiores se traducen en ámbitos abundantemente iluminados donde las escaleras se encajan como desfiladeros y los huecos primitivos se tratan como pantallas de ampliación lumínica. El resto de espacios intersticiales se aprovecha para incluir usos secundarios de apoyo a las oficinas.
El proyecto para la Nueva Sede de las Juntas Generales de Guipúzcoa manifiesta la búsqueda de un símbolo. No sólo se propone un edificio útil sino la construcción, en última instancia, de un objeto representativo. Y si se entiende por símbolo la figuración de una realidad mediante rasgos socialmente aceptados, entonces la cuestión pasa por determinar las referencias más adecuadas, aquellos rasgos pertenecientes a la memoria colectiva válidos para emplearse como icono institucional.
Es patente la influencia de los artistas vascos en la arquitectura contemporánea de la segunda mitad del S. XX. Las investigaciones de Oteiza sobre la desocupación de la materia, su ansia por un espacio formativo del hombre y su intención de encontrar un vacío racional que provocara la intimidad social y política han sido determinantes en el pensamiento arquitectónico. Las poéticas luminosas, la profundidad del aire y la construcción de los límites elementales en la escultura de Chillida, también.
Las obras de estos dos maestros han actuado como metáforas en la configuración de las Juntas Generales. El edificio se propone como un rotundo objeto-homenaje cuyo interior ha sido el resultado de un ejercicio escultórico. Un cubo útil formado por la agregación de los cuerpos que albergan las diferentes dependencias de la Sede y que giran en torno a un centro luminoso y esculpido. Un único vacío interior tratado como el corazón excavado de una masa cuya misión es explicar la unidad territorial personificada en esta Institución.
La consideración objetual del edificio viene dada por su condición de abstracto elemento depositado en el paisaje. Sus proporciones enfatizan su naturaleza figurativa y conscientemente desubicada, al mismo tiempo que el tratamiento material exterior, una envolvente de vidrio transparente y translúcida, elimina cualquier referencia escalar y constituye una misteriosa piel cambiante que insinúa la actividad interna del edificio.
Con Daniel Gimeno
El proyecto se comprende como una casa que existe alrededor de un vacío luminoso y abstracto. La vivienda tipo se construye dentro de un módulo de diez metros de fachada y doce de profundidad, dividido en tres bandas paralelas: la más próxima a la fachada alberga espacios de uso familiar y la interior se vuelca hacia la máxima intimidad personal, consiguiendo unas relaciones exterior-interior e individual-colectivo inspiradas en los conceptos de habitar orientales. La banda central articula estas gradaciones mediante un patio luminoso y un espacio funcionalmente ambiguo.
Lo más personal se aloja en módulos prefabricados de carácter hermético, que además integran el sistema estructural así como los principales suministros energéticos de la casa. El resto del volumen queda desligado de funciones específicas gracias a las dimensiones del espacio y a la inexistencia de servidumbres estructurales. Las posibilidades distributivas se multiplican y quedan a merced de sus habitantes, proponiendo incluso que su acabado dependa de una última adecuación particular.
El tipo ha sido concebido para poder ampliarse o reducirse horizontalmente y para crecer verticalmente. Su agrupación en altura permite la aparición de patios individuales y vacíos periscópicos de cuatro niveles que se aprovechan como espacios de control energético. Longitudinalmente el resultado general es un edificio compacto donde cada vivienda tiene asociado un patio particular, como centro y representación última de la vida privada.
El proyecto para la rehabilitación de la Plaza de Toros de Buenavista es una oportunidad ineludible para transformar un olvidado edificio en un nuevo centro dedicado a la cultura y a sus distintas expresiones. Frente a las ya habituales actuaciones que sobre edificios similares han proliferando por la geografía española, a base de artefactos constructivos de dudosa apariencia, se propone convertir la actual plaza de toros en un nuevo edificio multiusos estrechamente relacionado con las últimas y más importantes transformaciones de Oviedo.
La fiesta del toro se ha vinculado históricamente a lo popular y colectivo. Inicialmente el espectáculo acontece en las calles y las plazas de las ciudades y éste es acompañado de un gentío bullicioso y festivo. Poco a poco la ciudad asimila este hecho y pronto aprende a simultanear en su plaza los festejos taurinos con su vida cotidiana. Más tarde aparecen los primeros recintos exclusivamente construidos para la ocasión. Es este atávico espíritu de simultaneidad funcional el que quiere recuperarse para la nueva Plaza de Toros de Buenavista.
El programa propuesto pretende acondicionar el edificio existente con espacios capaces de albergar eventos culturales de diversa índole. Corridas de toros, conciertos, ferias, fiestas, exposiciones.... De modo que se dota a la plaza de espacios tales como salas de proyecciones y conferencias, salas de prensa, zona de exposiciones, cafeterías y aparcamientos. Un pequeño centro cultural, comercios y zonas administrativas completan el amplio programa estudiado.
El desarrollo programático sugiere claridad formal y racionalidad organizativa para posibilitar la flexibilidad funcional. Por esta razón la plaza y el ruedo se cubren con un sencillo prisma depositado sobre un zócalo masivo: la caja permite el uso continuo del espacio público y el zócalo alberga la infraestructura secundaria. Concebida como un objeto, la caja se posa en el suelo con indiferencia abstracta. Como instrumento geométrico actúa siendo marco de un tiempo físico e impreciso. Como instrumento de acotación, absorbe los accidentes, delimita el espacio y hace visibles las figuras en su interior. Todo ello con la mayor economía. Huyendo de aventuras formales complejas, se adopta la síntesis miesiana para su construcción.
Asier Santas Torres
Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra (ETSAUN) desde 1997. Segundo Premio Nacional de Terminación de Estudios Universitarios. Desde 1998 hasta 2007 fue profesor de Diseño Urbano y Urbanística I en la ETSAUN y en la actualidad forma parte del Departamento de Teoría, Proyectos y Urbanismo, donde imparte las asignaturas Design Studio I y II. En 2003 obtiene el título de Doctor Arquitecto Cum Laude con una investigación sobre el urbanismo y la vivienda en Bilbao, en 2014 la Acreditación de Profesor Contratado Doctor de la ANECA y en 2017 se le reconoce un sexenio de investigación. Desde el año 2017 es responsable de la Mención en Gestión del Proyecto Urbano del Grado en Arquitectura y desde 2019 dirige el proyecto CityLab Bilbao.
Luis Suárez Mansilla
Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra (ETSAUN) donde se graduó en 1999 con el Premio Extraordinario Fin de Carrera. En 2001 recibió una beca de la Fundación ‘la Caixa’ para la realización de estudios de postgrado en Estados Unidos. En 2003 obtuvo el título de Master in Design Studies en Harvard University Graduate School of Design y se incorporó a la docencia como profesor del Departamento de Proyectos de la ETSAUN. Desde 2010 es Doctor Arquitecto Cum Laude por una tesis titulada Estrategias y Efectos de Escala, premiada y publicada por la Fundación Arquia. Es profesor de las asignaturas Proyectos III y IV y Director del Master en Teoría y Diseño Arquitectónico (MtDA) en la ETSAUN.
Entendemos la arquitectura como una disciplina que se fundamenta en tres ejercicios: la investigación teórica, la docencia y la práctica profesional. Los tres son necesarios para un desarrollo pleno como arquitecto: la investigación nos permite profundizar en aquello que nos interesa, la docencia en expresarlo en voz alta y la práctica en confrontarlo con la lógica constructiva, económica y con la crítica.
Pensamos que en el equilibrio entre forma, función y tecnología se hallan los fundamentos de la buena arquitectura. De ellos se deriva la práctica de un discurso libre cuya poética surge de la permanente búsqueda de lo razonable. Consecuentemente nos interesan conceptos alejados de la frivolidad y del capricho pero que, por su intensidad lógica y emocional, nos sirven para captar sensaciones y estímulos. Perseguimos una arquitectura que apueste por sus valores intrínsecos, profundos y constructivos, a la vez que huimos de la inconsistencia de ciertas propuestas arquitectónicas caracterizadas por una definición gráfica artificiosamente compleja, cuya viabilidad constructiva se termina en el papel que las contiene. Preferimos construir el lugar en vez de construir en el lugar, porque la arquitectura debe ser la respuesta sensata y natural al entorno en el que reposa. Es el lugar el que otorga especificidad al proyecto y el proyecto el que lo significa perpetuamente.
Nuestra forma de trabajar es científica, ya que se basa en la recopilación de interrogantes y en la formulación de soluciones que las satisfagan bajo un único orden. Los concursos ocupan una buena parte de nuestra labor profesional, pues es a través de ellos como podemos investigar y ahondar en nuestras inquietudes. Muchas de ellas tienen que ver con conceptos como la escala, la monumentalidad, los nuevos modos del habitar... conceptos que siempre articulamos bajo una única idea instrumental que estructura el discurso gramático del edificio.
Manejamos referencias muy diversas, útiles para comprender el sedimento del que surgen nuestras ideas y que alimenta las preocupaciones critico-teóricas en torno a las que trabajamos. Viajamos y estudiamos para aprender de grandes maestros como Le Corbusier, Mies, Aalto o Kahn, pero nos sentimos más cercanos a Terragni, Bunshaft, Breuer, Jacobsen, Koenig, Ellwood o a los constructores de la antigüedad.